Principios cooperativos, estilo de vida
El "Instituto Técnico y Orientado Paula Albarracín de Sarmiento" si bien es una escuela de gestión privada que recibe subvención del Estado para los sueldos docentes, se caracteriza por ser una Cooperativa de Trabajo. Ésta se conforma de socios, que son a la vez los mismos trabajadores de la entidad, quienes llevan adelante la administración y la gestión de todos los recursos aportados por las cuotas de los estudiantes y así hacer frente a todos los gastos que demanda nuestra institución escolar.
Así, el espíritu y los principios cooperativos rigen plenamente: la toma de decisiones es realizada por un Consejo Administrativo cuyos integrantes son elegidos democráticamente en las Asambleas anuales en la que todos y cada uno de los socios ejerce su derecho a elegir y a ser elegido.
El cooperativismo no es solamente una forma de organización, sino que es un estilo de vida y de convivencia que se puede y se debe aprender y transmitir, por lo que el espíritu cooperativo es una parte fundamental del concepto de educación integral con el que se trabaja en el ITyOPAS.
Un poco de historia, entre la escuela y la cooperativa
Allá por el año 1963, un grupo de personas de la Villa puso en marcha un colegio técnico para mujeres. Por eso buscaron el nombre de una mujer famosa por su capacidad de llevar adelante una familia con su trabajo y educar a sus hijos. Y decidieron que Paula Albarracín de Sarmiento, la madre del que después sería Presidente de la República Domingo Faustino Sarmiento, era una figura más que apropiada para dar nombre al nuevo colegio. Este grupo fundador se organizó como una Cooperativa, es decir, como una comunidad que no buscaba la ganancia de una empresa, sino un modo de cooperar solidariamente para poder sacar adelante la institución. Las alumnas egresaban con el certificado de Auxiliares Técnicos en la confección del vestido. Como el colegio recién empezaba, se contaba con el apoyo de las Madrinas, que eran señoras de la Villa que colaboraban para conseguir los elementos necesarios para el funcionamiento del colegio.
Las cosas fueron bien y, dos años después, en 1966, se abrió el Curso de Cocina y Repostería, que duró hasta 1994.
Pero la Villa necesitaba otras propuestas educativas que alcanzaran a todas las chicas y chicos que vivían en la zona y por eso, en 1973, se abre el Ciclo Comercial. Las chicas usaban delantal blanco, corbata y medias rojas, y los chicos pantalón gris y saco azul. Empezaron a recibirse los Peritos Mercantiles… y la gente de la Cooperativa se animó a encarar otro desafío… En 1980 se largó la Orientación Técnica, que al principio funcionaba sólo hasta 3° año, y que recién en 1991 se completó con los seis cursos completos.
En 1997 hubo que adecuarse a la nueva Ley de Educación y comenzaron a funcionar las especialidades de Producción de Bienes y Servicios, con orientación en Construcciones, y Gestión y Administración en Microemprendimientos, con orientación en Economía y Gestión de las organizaciones, que son las que actualmente están vigentes, junto al nuevo Nivel Técnico que se incorporó en el 2009.
Con el cambio de las propuestas educativas de la escuela, también se sumaron más personas al funcionamiento de la cooperativa, por lo que los espacios iban quedando chicos.
La escuela empezó a funcionar en una casita del centro de la Villa contando para sus actividades con tres habitaciones: una para la dirección y dos para aulas, un baño y una cocina a gas. En ella trabajaban cinco personas: una directora, una secretaria, una profesora, una maestra técnica y un representante legal que se encargaba de hacer todos los trámites para que en el Ministerio de Educación empezaran a reconocer a la nueva institución.
¡¡¡Se puede decir que eso… es empezar de cero!!